Cómo gestionar una conversación difícil

How to have a difficult conversation

Cómo gestionar una conversación difícil

Parece que todos mis posts recientes tienen el título «Cómo…». Lamento ser predecible con este, pero «Cómo tener una conversación difícil» es realmente el título perfecto para este post.

Así que empecemos.

En algún momento de nuestras vidas, necesitamos tener una conversación difícil con alguien. ¿Por qué las etiquetamos como «difíciles»? Básicamente, debido a la carga emocional que conllevan. Y por esa misma carga emocional, a menudo evitamos una «conversación difícil».

La inspiración para este post proviene de un vídeo de Mel Robbins, con el mismo título. Te recomiendo encarecidamente que consultes el canal de YouTube de Mel; es una fuente inagotable de consejos útiles para una vida profesional y personal exitosa.

Mel comienza su video con una estadística sorprendente: el 67% de los gerentes se sienten incómodos al tener una conversación difícil con miembros de su equipo. Y la razón por la que se sienten incómodos es que no han aprendido a separar con éxito las emociones del asunto a discutir.

Mel recomienda cuatro pasos para llevar a cabo una conversación difícil de manera fluida y lograr un resultado constructivo.

Paso 1: Reconocer cierta responsabilidad por la situación «menos que ideal».

Esto podría ser tan simple como reconocer (verbalmente) que has evitado tener la conversación. Esto, por sí solo, ayuda a desactivar las emociones negativas de la otra persona. Y, de hecho, si has contribuido al problema de alguna manera, asegúrate de comunicarlo. En una conversación difícil, queremos hacer todo lo posible para reducir las emociones negativas y despejar el camino para un diálogo.

Paso 2: Define el resultado.

Esto es MUY importante. La razón por la que te tomas el tiempo de tener esta conversación es porque importa y quieres llegar a un lugar mejor con la otra persona. Así que define el resultado que deseas en términos de, por ejemplo, cómo va a mejorar la relación entre vosotros. O quizás necesitas dar feedback sobre cómo la otra persona puede mejorar en su trabajo. Si logran mejorar, eso les beneficia, así que comunícalo.

Definir el resultado deseado al principio de la conversación realmente ayuda a estabilizar las emociones en ambos. También actúa como una guía para los detalles de la conversación.

Paso 3: Escucha y valida.

Una vez que hayas introducido el tema y cualquier evidencia objetiva que lo respalde, escucha atentamente y valida lo que la otra persona está diciendo. Esto podría sonar algo así como «eso debe haber sido muy frustrante/difícil», etc. O «sí, escucho/entiendo lo que estás diciendo». Validar puede parecer contraintuitivo y no significa que estés de acuerdo, pero es increíble cómo esta técnica reduce la defensividad en la otra persona.

Paso 4: Reitera el resultado.

Es muy útil seguir reiterando el resultado, especialmente si empiezan a surgir emociones negativas que amenacen con interrumpir la discusión tranquila. Esto los devolverá a ambos a una actitud de ganar-ganar.

Cuando se trata de habilidades de comunicación efectiva, tener una metodología probada para usar en una conversación difícil es extremadamente útil. He enseñado lo anterior a muchos de mis clientes y siempre recibo comentarios muy positivos.

Mira el video «Cómo tener una conversación difícil» y prepárate para tu próxima conversación complicada.

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