Cómo manejar a personas difíciles

Handling difficult people

Cómo manejar a personas difíciles

¿Dónde estaríamos sin las relaciones en nuestra vida? Y, más concretamente, ¿dónde estaríamos sin las relaciones difíciles? Aunque parece contradictorio, sin estas personas seríamos emocionalmente más pobres porque tendríamos menos oportunidades de crecer.

Dicen que nuestros mayores maestros son las personas que presionan nuestros «hot buttons». Muchas veces, estos maestros son nuestros hijos, pero de vez en cuando nos encontramos con personas «difíciles» que nos hacen sentir molestos y menospreciados. Pero lo que realmente nos están mostrando es que todavía tenemos trabajo por hacer, ya que cada encuentro es un reflejo de lo que nosotros mismos estamos proyectando.

Una de nuestras necesidades más profundas es sentirnos valorados, y cuando alguien nos trata de una manera que socava nuestra autoestima, la mayoría de nosotros reaccionamos automáticamente de manera negativa, a menudo cayendo en el papel de víctima. Pero, ¿a dónde nos lleva eso? El problema de adoptar el papel de víctima es que, por definición, es un rol que nos quita poder. Necesitamos volver a centrarnos y recuperar nuestra autoestima.

Cambiar la perspectiva de la situación

Una de las maneras más efectivas de volver a centrarnos es haciéndonos preguntas que cambien la perspectiva de la situación.

Hay tres formas de hacer esto:

La primera es adoptar una postura de «optimismo realista«. Necesitamos preguntarnos, «¿cuáles son los hechos en esta situación?» y «¿cuál es la historia que me estoy contando sobre estos hechos?» El optimismo realista consiste en buscar una manera alternativa de ver la situación que te beneficie más.

La segunda forma es usar un enfoque llamado «la lente inversa«, pensando en la perspectiva de la otra persona. Pregúntate, «¿cómo se siente la otra persona y cómo tiene sentido su perspectiva?» Esto es, en realidad, empatía. Tan pronto como la otra persona sienta que estás haciendo un esfuerzo por entenderla, se suavizará y estará dispuesta a escucharte a cambio.

La tercera manera de manejar a personas difíciles es adoptar una visión a largo plazo. Si es el caso de que te están tratando injustamente y no puedes hacer nada al respecto, la «lente larga» te ofrece una forma de mirar más allá del presente e imaginar un futuro mejor. En este caso, di a ti mismo «independientemente de lo que esté pasando ahora, ¿cómo puedo aprender y crecer de esta experiencia?» Cuando miramos hacia atrás desde un punto en el futuro, a menudo vemos que la situación negativa nos sirvió, nos ayudó a salir de nuestra zona de confort e iniciar cambios necesarios en nuestra vida, como cambiar de trabajo o salir de una relación romántica que ya no nos servía.

No hay duda de que algunas personas son más difíciles de gestionar que otras, pero piensa en esto: no todo el mundo piensa lo mismo sobre las mismas personas. Así que… ¡se trata de ti! ¿Qué estás proyectando en tus interacciones con los demás? Y aunque lo que proyectas está determinado en gran medida por tu personalidad, adoptar las tres técnicas descritas anteriormente te ayudará realmente a desactivar una situación conflictiva y a sentirte mejor contigo mismo.

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