Trabajar con un perfeccionista puede ser muy frustrante y requiere una cantidad infinita de paciencia, especialmente si estamos en el extremo opuesto del espectro y nos encanta trabajar en lo que podríamos llamar “desorden creativo”.
Entonces, ¿qué pasos podemos seguir si nos encontramos en esta situación?
Aquí tienes tres consejos para facilitar el trabajo con un perfeccionista:
- Sé asertivo al expresar tu punto de vista: Si ves que el perfeccionista está dedicando demasiado tiempo a pequeños detalles que podrían afectar negativamente el cumplimiento de un plazo, es tu responsabilidad señalarlo y ayudar a la persona a entender que prestar tanta atención a detalles mínimos no tiene sentido; ayúdales a ver el panorama general.
- Sé “engañoso” con las fechas límite: Los perfeccionistas a menudo no cumplen con los plazos porque están ocupados haciendo cambios interminables de última hora en su trabajo. Normalmente no abogaría por mentir, pero aquí, al decir que algo debe estar terminado, digamos, tres días antes de lo que realmente tiene que estarlo, le estás haciendo un favor a la persona y reduciendo el estrés de la situación para ti si también estás involucrado en el proyecto.
- No lo tomes como algo personal: Ser perfeccionista es un problema porque la perfección no existe, así que reconoce que tú no tienes el problema, ellos lo tienen. Y al final, debemos recordar que no podemos cambiar a las personas, ellas tienen que cambiar por sí mismas. Sin embargo, PODEMOS CAMBIAR CÓMO RESPONDEMOS A LAS PERSONAS. Si aceptas su perfeccionismo mientras haces ajustes en cómo trabajan juntos, tu resistencia desaparece y también la percepción de que tienes un problema.
La comunicación y el esfuerzo por entendernos mutuamente es la clave para mejorar las relaciones laborales. Si sigues estos tres consejos y haces un esfuerzo concertado por comunicarte sobre cómo pueden trabajar mejor juntos, es probable que tu ambiente de trabajo mejore.