Existe un problema al intentar gestionar el tiempo para ser más productivos: el tiempo es un recurso finito. Solo hay 24 horas en un día. Por mucho que gestionemos bien el tiempo, siempre hay un límite en lo que podemos lograr en esas 24 horas.
Entonces, ¿cómo podemos ser más productivos? El secreto está en gestionar nuestra energía.
A diferencia del tiempo, la energía es un recurso infinito si supiéramos cómo gestionarlo.
¿Sabías que tenemos cuatro dimensiones de energía?
- La energía física
- La energía mental: cómo mantenemos un enfoque sostenido
- La energía emocional: la conexión emocional que sentimos con las personas con las que interactuamos
- La energía espiritual: el deseo profundo de vivir nuestros valores fundamentales
Es al nutrir estas cuatro áreas de energía interdependientes que podemos ser más productivos en cada momento.
Pero, ¿cómo nutrimos la energía? La respuesta es mediante la expansión y la renovación.
Debido a que la capacidad de energía disminuye tanto por el uso excesivo como por el uso insuficiente, debemos aprender a equilibrar el gasto de energía con la renovación intermitente de la misma.
Cuando queremos aumentar el músculo físico, hacemos ejercicio. Estresamos el músculo un poco fuera de su zona de confort, pero luego descansamos para evitar desgarros y dolor. Así es como ganamos músculo y construimos resistencia y energía, por ejemplo, para correr maratones.
Lo mismo ocurre con los músculos mentales, emocionales y espirituales.La mayoría de nosotros estamos insuficientemente entrenados física y espiritualmente (no experimentamos suficiente estrés en estas áreas). Sin embargo, estamos sobreentrenados mental y emocionalmente (no prestamos suficiente atención a los procesos de recuperación en estas áreas).
El ser humano no es una máquina destinada a trabajar a plena capacidad sin descanso. Somos seres humanos compuestos de energía, con un potencial infinito si solo estamos atentos a los ritmos naturales dentro de nosotros.
Entonces, para ser más productivos, ¿qué tenemos que hacer para asegurarnos de que nuestras cuatro baterías de energía estén funcionando cerca de su capacidad máxima?
Para maximizar nuestra capacidad física, necesitamos dormir 7-8 horas, tomar descansos de cualquier actividad cada 90-120 minutos, comer alimentos saludables y hacer ejercicio (nada nuevo aquí, excepto quizás por los descansos regulares).
Para maximizar nuestra energía mental, necesitamos estar descansados para poder concentrarnos bien y necesitamos estar involucrados en actividades en las que estemos aprendiendo.
Más energía emocional positiva proviene de detenernos a escuchar a otras personas, considerar su punto de vista y practicar rutinas para calmarnos si nos sentimos molestos por el comportamiento de los demás.
Y todo está impulsado por prestar atención a nutrir nuestra energía espiritual: encontrar un propósito en lo que estamos haciendo que alimente nuestros valores más profundos.
Hasta que no apreciemos que somos seres humanos y, por lo tanto, solo podemos funcionar como seres humanos, no como máquinas, nuestra productividad nunca se maximizará. Y en las empresas, miles de días seguirán perdiéndose por enfermedad a medida que las personas continúen quemándose.
Para más información sobre este fascinante tema, consulta el libro “The Power of Full Engagement” de Jim Loehr y Tony Schwartz.