En Business Learning Solutions, cada vez nos piden más formación y coaching en presentaciones en empresas multinacionales. Y he visto a gerentes y directores que llevan años haciendo presentaciones cometer el mismo error una y otra vez.
¿Cuál es el error común que la mayoría comete? – No hay estructura en sus presentaciones. Y la falta de estructura hace que la audiencia se aburra y desconecte rápidamente.
¿A qué nos referimos con estructura? Hablamos de la regla simple de:
- Dile a la audiencia lo que les vas a contar.
- Cuéntales.
- Recuérdales lo que les contaste.
Demasiadas personas empiezan sus presentaciones sin una introducción clara sobre de qué trata la presentación, por qué están hablando y cuántas partes tiene. Los finales a menudo son abruptos, sin un mensaje de cierre fuerte.
Una presentación estructurada también implica que cada parte debe ser introducida antes de empezar a hablar sobre ella. Además, es importante indicar a la audiencia cuándo hemos terminado de hablar sobre un punto en particular.
Y finalmente, terminamos con un resumen de los puntos principales y la conclusión (que es diferente del resumen), la cual es el mensaje principal de la presentación, respondiendo al «por qué» de nuestra charla.
Las audiencias anglosajonas esperan estructura; es algo natural para ellos, y parte de dar una presentación profesional implica seguir una estructura clara con el propósito de mantener su atención en todo momento. Como enfatizo constantemente en mis cursos de formación, no importa cuánto sepas sobre tu tema; si no está adaptado a las expectativas de la audiencia de una manera que puedan seguir fácilmente, entonces estás perdiendo el tiempo.
Así que la próxima vez que prepares una presentación, observa de cerca tu estructura. Debería verse así:
- Introducción: de ti mismo y del tema.
- Apertura: por qué estás hablando y una visión general de lo que vas a hablar.
- Cuerpo principal: idealmente dividido en tres partes y con detalles.
- Resumen: un repaso de los puntos principales.
- Conclusión: el mensaje que quieres que la audiencia se lleve consigo.
La claridad y el orden, junto con una entrega efectiva por parte del presentador, son la clave para presentaciones efectivas.